No me gusta que salga esta forma mía de ser, de actuar. Hacía mucho que no emergía. Esa capa pétrea e intraspasable que impide que cualquier emoción salga de ella, aunque por dentro esté bullendo. Ese algo que hace que se frunza mi ceño y no se separen mis labios. Esa odiosa sensación de parecer totalmente insensible, cuando por dentro sientes tanto que duele.
domingo, 23 de diciembre de 2007
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