miércoles, 8 de abril de 2009

Hartura

Estoy harto del monstruo, cansado, enfadado.
Estoy harto de perder a gente por el monstruo. Bien sea por mí, bien por la otra persona.
Estoy cansado de verle atacar a otros o de esperar siempre, de nuevo, su ataque sibilino, silencioso, húmedo y oscuro.
Ojalá pudiera desterrarlo para siempre, matarlo, hacerlo desaparecer para que no sean otros los que deseen desaparecer.
Me va a hacer perder lo que nunca antes había tenido, lo que nunca antes había sentido.
Por primera vez no me sentí solo, por primera vez en la vida supe lo que era sentirse realmente afortunado y todo ello quiere arrebatármelo.

LE ODIO.

Odio como nos va minando, poco a poco, hasta huindirnos, hasta hacernos desear desaparecer.

Tal día como hoy quedé por primera vez y no dejo de recordar lo que llevaba puesto, cada detalle de su persona. Imagino que eso debe significar algo. Por eso no puedo dejar que el monstruo me lo arrebate, se le lleve y le haga desaparecer, porque entonces, tal vez, fuera yo el que desearía desaparecer.

No hay comentarios: