jueves, 11 de diciembre de 2008

Ancestros

El viento gélido del Norte nos brindó la calidez de las voces de un pueblo ancestral.
Y tras las voces, los rostros; Tras los rostros, las personas; Tras las personas, su presencia. Y su presencia lo llenó todo.

Ojalá no fuese un sueño nada más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

precioso lugar! donde es?

Usul dijo...

Pues la verdad, no lo sé.