
Me di una ducha.
Me vestí.
Me perfumé y salí.
Estuve toda la noche de discoteca en discoteca. Hasta que finalmente ligué con una chica que estaba cañón. Fuimos a su casa y fue una noche loca e inolvidable.
A la mañana siguiente desperté. Sí, desgraciadamente desperté, pero sólo para darme cuenta de que había sido un sueño. Durante la noche, se me había olvidado que no soy así, que no valgo para eso.
1 comentario:
Y no valgo ni para soñarlo, porque ni siquiera esto ha sido un sueño real.
Publicar un comentario